
DESDE ECUADOR NOS LLEGAN LAS INSTRUCIONES PARA
ABRAZAR EL AIRE
El elenco ecuatoriano presente en el
Festival Internacional de Teatro de Caracas 2013 paradójica pero razonablemente
trae un drama argentino. Su título, “Instrucciones para abrazar el aire”,
parece escabullirse y evaporarse
en el tiempo aun cuando los
hechos escenificados están muy frescos en la memoria de ese país. Una historia
para no olvidar trae el elenco Malayerba los días 22, 23 y 24, a las 8:00 pm al
Teatro Trasnocho con entradas a un valor de Bs. 225+Iva.
La plaza de Mayo y sus valientes
madres que semanalmente desafiaban la dictadura militar exhibiendo carteles y
fotos de sus familiares desaparecidos, y una tragedia personal de María Isabel
“Chicha” Mariani, es el punto de partida de Arístides Vargas, actor, autor y director, y Charo Francés, actriz,
para volver sobre un tiempo de terror, complicidad y miedo que fue el
implantado por la dictadura que siguió a la caída de Isabel Martínez de Perón
(1976-1983).
La historia empieza en La Plata, el
24 de noviembre de 1976, cuando un grupo de militares irrumpió en la casa de
los Mariani. “Chicha’”y su esposo, Enrique, fueron testigos de cómo los
militares se llevaron a su hijo Daniel, su nuera, Diana, y su nieta, Clara
Anahí, de tres meses de edad. Daniel y Diana aparecieron muertos. De la pequeña
Clara nada se supo. En la casa de la Calle 30, un lugar histórico de esa ciudad
argentina, la pareja de esposos trata de sobrevivir a la ausencia de la nieta.
Eran tiempos de militancia, de
compromiso, de luchas y de mucha alegría.
La obra nos cuenta la reconstrucción de los hechos partiendo de la narración que la “Chicha” Mariani le hizo al dramaturgo Vargas, pero no es una reconstrucción al pie de la letra, esto da lugar a que la obra, pueda verse sin sus referentes históricos; un documento ficcional, le llama el autor.
La obra nos cuenta la reconstrucción de los hechos partiendo de la narración que la “Chicha” Mariani le hizo al dramaturgo Vargas, pero no es una reconstrucción al pie de la letra, esto da lugar a que la obra, pueda verse sin sus referentes históricos; un documento ficcional, le llama el autor.
Inicialmente el público
ve a dos ancianos que mientras cocinan se preguntan por una niña perdida en el
tiempo. Están los vecinos temerosos y desconfiados, pero la niña arrebatada
siempre tiene una presencia en la narración.
En las últimas escenas se desata en la casa una violencia inusitada que viene desde el exterior, en medio de la violencia la niña es robada y matan a los cocineros. Los seis personajes comparten el mismo espacio y la misma historia pero no se escuchan y algunos no ven a los otros, lo que hace que no puedan modificar la situación para mitigar el profundo dolor que les causa lo vivido en aquella casa.
Cada uno encarnará su rol; algunos con grandeza, como la abuela, lo que les dará un aire trágico, otros con culpabilidad, como los vecinos, que despertará en ellos una enfermiza necesidad de olvidar.
“Siempre he trabajado con estos temas y, a medida que envejezco, siento más vergüenza por el profundo dolor que los seres humanos se pueden causar entre sí”, dice Vargas, que a sus 20 años se exiló en Ecuador donde en un medio más propicio fundó Malayerba. “De acá a muchos años, cuando se escriba la mitología de la guerra sucia en Argentina, seguramente ‘Chicha’ alcanzará el tamaño de Antígona”, enfatiza.
En las últimas escenas se desata en la casa una violencia inusitada que viene desde el exterior, en medio de la violencia la niña es robada y matan a los cocineros. Los seis personajes comparten el mismo espacio y la misma historia pero no se escuchan y algunos no ven a los otros, lo que hace que no puedan modificar la situación para mitigar el profundo dolor que les causa lo vivido en aquella casa.
Cada uno encarnará su rol; algunos con grandeza, como la abuela, lo que les dará un aire trágico, otros con culpabilidad, como los vecinos, que despertará en ellos una enfermiza necesidad de olvidar.
“Siempre he trabajado con estos temas y, a medida que envejezco, siento más vergüenza por el profundo dolor que los seres humanos se pueden causar entre sí”, dice Vargas, que a sus 20 años se exiló en Ecuador donde en un medio más propicio fundó Malayerba. “De acá a muchos años, cuando se escriba la mitología de la guerra sucia en Argentina, seguramente ‘Chicha’ alcanzará el tamaño de Antígona”, enfatiza.
‘Charo’ Francés –esposa de Vargas– interpreta a Mariani,
mientras que el maestro argentino encarna, por lo menos en el escenario, a
Enrique. “Bueno, yo no lo interpreto, lo que hago es valerme de él para hablar
de mí. Asocio ciertos rasgos al personaje de lo que me imagino era él, pero no
tengo la pretensión de interpretarlo. Pienso que su desesperación no se puede
representar. Su dolor es intransferible”, reflexiona el director.
“Todos estamos entrampados en ese
momento histórico, los que lo padecieron, los que lo ejecutaron, los testigos y
los que pensaron y piensan que nunca sucedió. Cada uno tiene un punto de
vista”, comenta Vargas.
Fiel al repertorio de Malayerba, el
peso del montaje está en las interpretaciones, un enfoque que ha buscado,
asegura Vargas, huirle a la falta de recursos. “No tenemos dinero pero tenemos
sensibilidad, lo que quiero decir es que en la actuación está el espectáculo,
intentando ser lo más efectivo posible con lo que queremos decir, sin trucos
técnicos ni en el lenguaje”, remata.
“Instrucciones para abrazar el
aire”,
se estará presentando en el Teatro Trasnocho, en Las Mercedes del 22 al 24 de
marzo. Las entradas pueden ser adquiridas en la taquilla del teatro de lunes a domingo, de 2:00 a 7:00 p.m., o
a través de www.ticketmundo.com, y sus puntos de venta
en el CCT, Sambil, Tolón, Centro Plaza y Metro kiosco estación Plaza Venezuela.
Mayor información puede ser solicitada a través de la cuenta de facebook:
FitCaracas y de twitter: @FitCaracas y a través de http://fitcaracas.blogspot.com/
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