Esta pieza, estrenada recientemente durante el Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil (Chile), muestra a un Hamlet altiplánico, marginal y alcohólico, que se plantea el dilema del ser o no ser, a raíz de la muerte de su padre. El Hamlet boliviano se presenta como un "aparapita" (personas en Bolivia que van del campo a la ciudad en busca de mejoras y terminan dedicadas a transportar pesadas cargas sobre sus hombros, para ganar un dinero que gastan cada fin de semana en alcohol).
¿Quién es Hamlet? ¿Es apenas un personaje bajo el umbral de una puerta, siempre a punto de atravesarla, pero que jamás consigue decidirse a hacerlo? ¿Es la esencia de la humanidad y sus posibilidades y decisiones, a veces basadas en los avances de nuestro pensamiento, a veces coladas a formas más ancestrales y menos lógicas? ¿Es la esencia de cada uno de nosotros, que en realidad no sabemos si el siguiente paso es el correcto porque incluso nos cuestionamos sobre quiénes somos en realidad? ¿Es Hamlet el propio Teatro de Los Andes?
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